Es un tφpico perro francΘs para la caza de grandes animales como ciervos, gamos y jabalφes que era atilizado en jaurφa. Sumamente fuerte, musculoso y dotado de un olfato excepcional, es un perro muy agradable y elegante, sobre todo por su hermosa capa blanca y negra que a veces adquiere reflejos violßceos. Optimo cazador hasta el punto que se cuenta de algunos ejemplares que, a lo largo de su vida, habφan contribuido a la captura de mas de cien corzos, naturalmente cuando este tipo de animal era todavφa abundante.
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El creador de este perro ha sido Monsieur Levesque (del cual toma nombre la raza) que, hacia 1870, cruzando primeramente el Grand Bleu de Gascogne con el Foxhound e introduciendo luego sangre de Gasc≤n Saintengeois VendΘen, obtuvo perros que rßpidamente se revelaron como ≤ptimos cazadores. Insistiendo en cruzamientos con los perros que obtuvo como primer resultado, logr≤ una raza bastante fijada que adquiere un discreto Θxito en las exposiciones como perros de caza. Rßpidamente se formaron en Francia algunas jaurφas que fueron utilizadas para la caza a caballo. Sin embargo, tan rßpidamente como fue creada, esta raza se extingui≤ casi de la misma manera y sobrevive gracias a alg·n apasionado criador. Hoy, algunas jaurφas francesas estßn compuestas por perros nacidos de sucesivos cruzamientos entre el Levesque y el Foxhound.
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En conjunto, el Levesque es un perro bastante esbelto, veloz, resistente y lleno de energφas. Se desplaza con un galope rßpido y suave que sabe mantener incluso en largas distancias. De tama±o bastante grande-supera efectivamente los 70 centφmetros de alzada a la cruz-posee una buena estructura con fuerte osamenta y gran musculatura. Su tipo denuncia claramente sus ascendientes ingleses, en un todo de gran armonφa. Ciertamente su olfato es uno de los mejores entre las otras razas francesas de "perros de carrera", resultando muy tφpica y caracterφstica su voz cuando indican la presencia de alg·n animal salvaje.
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Alzada a la cruz. Machos de 65 a 72 cm., hembras de 63 a 68 cm.
Cabeza. Fuerte, bastante corta, con caja craneana bien desarrollada y un poco redondeada, hueso occipital prominente. Trufa abierta, bien desarrollada y levemente Ievantada. Labios gruesos y colgantes que le dan al hocico una forma decididamente cuadrada. Frente ancha, con arcos superciliares muy prominentes. Stop marcado.
Ojos. Bastante grandes, hundidos, de color casta±o claro. Membrana parpebral interna visible, de color rosado intenso.
Orejas. De nacimiento a la altura de los ojos, ligeramente apergaminadas, no sobrepasan el extemo de la trufa.
Cuello. Fuerte, con trazas de papada mßs o menos desarrollada.
Extremidades anteriores. Gruesas con aplomos regulares. Hombros anchos y muy musculosos, especialmente sobre los codos, situados en la direcci≤n justa.
Cuerpo. T≤rax ancho, bastante caφdo, con costillas planas. Dorso largo y muy musculoso. Ri±ones rectos y muy musculosos. Flancos ligeramente levantados pero bastante largos. TambiΘn oblicuos y bien desarrollados.
Extremidades posteriores. Muslos oblicuos. Piernas macizas. Corvejones gruesos, fuertes, pr≤ximos al suelo y un poco plegados. Nalgas musculosas, con puntas evidentes.
Pies. Fuertes, redondos y cerrados.
Cola. Larga, un poco gruesa en la base, de nacimiento alto, naturalmente curvada .
Pelaje. Corto pero fuerte y cerrado. Color: siempre blanco y negro; este ·ltimo, a menudo con reflejos violßceos sobre el dorso, en forma de silla de montar o en manchas mßs o menos grandes sobre la cabeza, en la cola y a veces tambiΘn sobre los muslos. Manchas fuego descoloridas en las mejillas, bajo los ojos, debajo de las orejas y en la base de la cola.
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ALIMENTACION. Las necesidades alimenticias para este perro, varφan de las 1.650 a 1.750 Kcal. diarias como raci≤n de mantenimiento. En el perφodo de entrenamiento intenso y en el momento de la caza, las cantidades en Kcal. diarias, llegan a triplicar los valores arriba indicados.
CUIDADOS DIARIOS. Los cuidados fundamentales para el Levesque que vive la mayor parte del tiempo en colectividad, deben tender a mejorar sus condiciones higiΘnico-ambientales y, sobre todo, a prevenir la difusi≤n de las enfermedades tφpicas de las perreras donde se concentra un gran n·mero de perros y el espacio es muy reducido.
CON EL VETERINARIO. Con la ayuda de veterinario, es ·til planificar un programa preciso de vacunaci≤n, modulado de acuerdo con las condiciones epidemiol≤gicas de la zona, con el fin de reducir el riesgo consiguiente a contraer enfermedades bacterianas o virales.
